¿Te acuerdas cuando eras pequeño y entrabas en una piscina municipal el olor a cloro que hacía? ¿Y cómo te quedaban los ojos después de haber estado una hora jugando y nadando? Para decidir si quieres una piscina de cloro o de sal debes tener en cuenta una serie de parámetros. Con independencia de que la piscina sea de obra, poliéster o acero puedes plantear cualquiera de los dos tipos.
La limpieza y desinfección de las piscinas tradicionalmente se ha realizado mediante el cloro aunque en los últimos años se ha establecido un sistema de mantenimiento más natural, a partir de la electrólisis salina, la piscina de sal. Si tienes una piscina de cloro, también puedes pasarla a una de sal.

La piscina de agua salada, menos productos químicos
Las piscinas de sal se caracterizan por la utilización de cloradores salinos, es decir, sistemas que aprovechan la sal para generar cloro. Los cloradores son unos aparatos que se integran dentro del sistema de filtrado y aprovechan el paso del agua para generar cloro gaseoso mediante la electrólisis. También debes tener en cuenta que la cantidad de sal que se utiliza es menos de una décima parte de la que tiene el mar.
Aunque la inversión inicial es mayor en una piscina salada que en una de cloro, el mantenimiento es más barato, ya que ahorras una gran cantidad de productos de limpieza, especialmente es notoria la reducción de productos químicos. Al mismo tiempo, puedes automatizar el proceso, ahorrando muchas horas de trabajo e incluso de personal.
A favor del cloro cabe decir que es un desinfectante altamente efectivo, que mata muy rápidamente a los microorganismos del agua, que es mucho más barato que la cloración salina en el momento de la inversión inicial y que lo podemos encontrar en diferentes formatos como son en pastillas o de forma granulada.

Menos riesgo de accidentes
Al no tener que manipular las pastillas o gránulos de cloro de forma directa, es una ventaja por el riesgo que implica debida a la toxicidad de este elemento. Asimismo, también evitamos el riesgo de que exista un exceso de concentración de cloro en el agua, por las consecuencias en la salud de los bañistas que podría tener. Hablando de salud y bienestar, nos olvidaremos de la irritación de ojos y piel, así como que el pelo quede reseco y el agua no tendrá ese olor tan característico de cloro.
Menos uso de productos y costes de mantenimiento
El consumo eléctrico que tiene un clorador salino es como el de una bombilla, mínimo. El agua de la piscina se evapora, pero la sal permanece en la piscina. Sólo perdemos una parte de sal cuando entramos y salimos. Aunque sea necesario añadir sal, el coste es muy bajo y limitado.

Coste de la instalación
Inicialmente, el coste de la instalación de una piscina salada es más elevado que una de cloro convencional. Por tanto, es un coste que sólo se equilibrará a medio plazo. Hay que tener en cuenta que sólo se equilibrará el coste a medida que pasen los años por la reducción drástica de uso de productos de cloro tradicional y personal para el mantenimiento de la piscina. Pero debes tener en cuenta hasta qué punto el agua es más sana y de mayor calidad.
Mantenimiento de una piscina salada
Comparativamente te ahorrará tiempo y costes comparado con una piscina de cloro tradicional. Tendrás que tener en cuenta una serie de aspectos como son el hecho de vigilar el nivel de salto presente en el agua, aunque como ya hemos comentado la salto no se evapora, por lo tanto habrá que hacerlo puntualmente.
Se debe limpiar el generador sacando la sal acumulada en la celda cada tres meses. También será necesario que controles el nivel de pH, proceso que se puede automatizar. También tendrás que controlar la temperatura del agua para que ésta sea la óptima.
Por último, debes mantener el fondo de la piscina limpio de suciedad. Es necesario realizar una limpieza cada dos o tres veces a la semana. Existen numerosos sistemas de limpiafondos automático.

Componentes necesarios para una piscina de sal
Los filtros y bombas que se instalan en las piscinas saladas tienen características diferentes a las piscinas de cloro. Las piscinas saladas requieren un sistema de depuración salino, y con unas características determinadas que no disponen de las piscinas de cloro. En cuanto a los productos químicos, la sal es la que desinfecta el agua, sustituyendo al cloro.
Equipo Técnico de Espai Piscines Graf