Diseños innovadores
Las piscinas de acero son piscinas que están probadas técnicamente y son económicamente rentables, ya que permiten disminuir los costes de funcionamiento y mantenimiento.
Actualmente, el acero supone una alternativa real al concepto tradicional de piscinas. Permite diseños innovadores de manera que puedes decidir cuál es el estilo ideal para tu piscina.
Gran resistencia y durabilidad
El material utilizado para la construcción de una piscina de acero es el acero al carbono, galvanizado por ambas caras con 275g/m2 y plastificado en caliente con una lámina de PVC de 14 micras. Esta composición permite construir y desarrollar vasos, escaleras, plataformas de salida, sistemas de distribución del agua, etc. De esta forma, tu piscina tendrá un diseño exclusivo y totalmente personalizado a tu gusto.
Piscinas de acero en terrenos difíciles
Además, la reducción del peso respecto a estructuras clásicas, permite su implantación en infraestructuras o terrenos difíciles. Por ejemplo, si vives en un ático o dispones de una azotea en el que te gustaría instalar una piscina, el acero es una buena solución ya que reduce enormemente el peso de vaso de la piscina.
Por otra parte, el escaso espesor de las chapas permitiría, incluso, rehabilitar una antigua estructura introduciendo en su interior un vaso de acero que reduciría la superficie sólo unos pocos centímetros.
El acero es un material que, al ser antideslizante y suave, permitirá que tus hijos, padres y familiares puedan disfrutar con mayor tranquilidad de tu piscina.
Perfecta elección
Cabe decir pues, que una piscina de acero disfruta de múltiples ventajas como son: material de alta resistencia y durabilidad gracias a sus múltiples propiedades, libertad de diseño, calidad medioambiental, obras limpias y de fácil mantenimiento. Sin duda, es una solución muy práctica para colocarla en terrenos difíciles y reducir los costes.
Equipo Técnico de Espacio Piscinas Graf